El 91 % de la población de Argelia vive a lo largo de la costa mediterránea lo que representa el 12% de la superficie terrestre total del país. El 45 % de la población es urbana y la urbanización continua, a pesar de los esfuerzos del gobierno para desalentar la migración a las ciudades. Actualmente, 14,182,736 argelinos viven en el espacio urbano mientras 14,990,959 viven en las áreas rurales. Cerca de 1.5 millones de nomadas y beduinos semi establecidos viven todavía en el área del Sahara. De acuerdo con el The World Factbook (El libro de datos mundiales), se estima que el 29,9% de la población es menor de 15 años.
El 97% de la población es clasificada étnicamente como Beréber/Árabe y religiosamente un 98,5% es musulmán del grupo suní, los pocos que no son sunitas son fundamentalmente ibadíes (1,3%) del valle de M'Zab. También existen comunidades, principalmente extranjeras, de católicos y cristianos y una comunidad de 50 a 100 judíos. La comunidad judía de Argelia que alguna vez constituyó el 2% de la población total, ha disminuido sustancialmente debido a la emigración, principalmente a Francia e Israel.
El sistema educativo de Argelia ha crecido rápidamente desde 1962; en los últimos 12 años, la asistencia estudiantil se ha duplicado, alcanzando los 5 millones de estudiantes. La educación es gratuita y obligatoria hasta los 16 años. A pesar de la asignación del gobierno de recursos sustanciales, la presión de la población y una grave escasez de maestros han afectado gravemente al sistema, así como los ataques terroristas contra la infraestructura educacional durante los años 20. Un número modesto de estudiantes estudia en el extranjero, especialmente en Europa y Canadá. En el 2000, el gobierno efectuó una revisión masiva del sistema educativo.
Los problemas de vivienda y salud continúan siendo de gravedad en Argelia. La falta de infraestructuras y el constante flujo de personas de zonas rurales a urbanas han sobrecargado ambos sistemas. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Argelia tiene una de las ratios más altas de ocupación por unidad de vivienda, y oficialmente el gobierno ha declarado públicamente que el país tiene un déficit inmediato de 1,5 millones de viviendas.